Un día en mis zapatos
1.
​
Te levantás a las 7:00 con la alarma. Tenés el cuello torcido porque Clemente aún toma teta y duerme atravesado en el medio de tu cama. Estás al borde de caerte. Un buen café y unas tostadas antes de que empiece el día te ayudan a juntar energías. Pero no te queda café y Diego ya se fue a trabajar.
​
2.
​
Le das teta tratando de esconderla de la pantalla de zoom, pero en el medio te llama Olivia y hacés un show digno de playa nudista. Te tropezás además con los juguetes que ya están tirados.
​
3.
You breastfeed Clemente trying to hide your breast from the zoom screen, but in the middle, Olivia calls you and accidentally you perform a “nude show”. You also stumble upon the toys that are already thrown on the floor.
4.
​
Oli tiene hambre y les preparás algo para comer. Mientras estás en la cocina sentís un silencio sospechoso. Volvés al living y te encontrás con todo rayado “como por arte de magia” y una cabeza con rulos atrás del sillón.
​
5.
Volvés a la computadora y al parecer “alguien” eliminó el archivo importante en el que venías trabajando.
​
6.
Decidís ordenar un poco pero detrás tuyo los niños van tirando cada lego que guardás en la caja.
​
7.
Quieren tocar todo lo que estás haciendo. Todo. Pero mencionás las palabras “ayudar a ordenar”, y pareciera que hablaras en chino.
​
8.
Tratás de preparar algo para comer y tu mejor idea fue encerrarte en la cocina, pero cuando salís el caos es aún mayor.
​
9.
​
Se están tirando de los pelos porque uno le sacó el juguete al otro. Les hablás de que “no se tienen que pelear, que tienen que compartir” mientras te llaman por teléfono de tu trabajo. Se escuchan sus gritos de fondo.
​
10.
​
Juntás un poco lo que está tirado, y ni bien te sentás a trabajar y escuchas el ruido del cajón de juguetes siendo tirado sobre el piso.
​
11.
Te jugás la carta que tenés bajo la manga para poder mantener la reunión más importante del día: darles golosinas.
​
12.
​
El azúcar de las golosinas hizo su efecto en sangre y tenés dos niños hiperactivos en la casa. ¿La mala noticia? Tu reunión importante se pospuso y no empezó todavía….
​
13.
Se te desmutea el zoom en el medio de la reunión.
No tenés ni idea de que disparate puede haberse escuchado.
14.
​
Es hora del zoom de la escuela de Olivia.
Pensás que al menos se va a entretener, pero no se quiere conectar. Terminás más estresada que antes de empezar.
​
15.
Decidis dejarlos mirar un poco de tele. Mal no les va a hacer, no se van a morir (te repetis para darte confianza). Pero la prendés y se empiezan a pelear por quien elige el dibujito.
16.
​
A esta hora ya empezás a perder la cordura: tenés que preparar una entrega para mañana y no avanzaste nada. Se te ocurre un juego para entretenerlos. Pero todo puede salir mal.
​
17.
​
Diego te avisa que se le complicó en el laburo y que va a llegar un “ratito” más tarde..
​
18.
Es la hora de ir al agua, se te ocurre bañarlos juntos para ahorrar tiempo. Inundan el baño, mojan todas las toallas y los rollos de papel higiénico.
19.
​
Ordenás, barrés, cocinás, llorás.
Tenés que hacer algo para la entrega y para el laburo si o si y el tiempo se te escurre entre las manos.
​
20.
Recibís una llamada de un número desconocido. ¿Habrás ganado un sorteo? No: te llaman para avisarte que tuviste contacto con un positivo y que los tienen que hisopar a todos
​
21.
Levantás los platos de la cena.
Cuando volvés, están todos los juguetes tirados de nuevo
​
The end.
Se terminó el día (la pandemia no, pero al menos sí el día).
Les ponés el pijama, te abrazan y te dicen que te quieren muchísimo.
Suspirás y sonreís, porque al final, todo -siempre- vale la pena.